viernes, 6 de agosto de 2010

Nunca

Pensamientos indignos de mención,
las sombras danzan a mi alrededor.
Pierde por momentos la razón,
locura, musa de mis recuerdos,
gritas al cielo que mi fe a muerto,
la cordura clama mi redención.

No! Dices que no entiendo,
que tus palabras se las lleva el viento,
no es culpa mía tu incomprensión.
Avala el tiempo que es escaso mi aliento,
dime, ¿no es cierto? No.

Vuela, busca el sentido de la realidad,
llamame loca, tal vez; nada es verdad.
Roza con las yemas de los dedos la ilusión,
álzame del suelo, escucha mi canción.

Dime si es verdad que mis sueños están vacíos,
si es cierto que la noche se ha instalado en mi destino,
si la melancolía yace en el fondo de mi mirada,
o soy yo la que oculta el rostro cuando despunta el alba.


Nunca creas que la razón puede devolverte a la vida,

nunca caigas en la tentación de rendirte a su canción.
Nunca pienses que la cordura es el aliento de tus días,
que la musa de la locura vive de sueños y de ilusión.

No es verdad que la realidad sea alimento del destino,
ni es cierto que los recuerdos curen heridas de desilusión.
No dejes jamás que tus anhelos beban del ría del Olvido,
que la melodía que surge del tiempo crece en las rocas de su interior.

Si es cierto que la ilusión languidece en mis palabras,
si la melancolía ha hecho de mis recuerdos su hogar,
si es verdad que los sueños ya no guían mis mañanas,
si el destino se ha cebado en mis poemas sin cesar.

Si la imaginación me ha desterrado por siempre de la fantasía,
si las alas de mi mente se han desgarrado al despegar,
si mis nubes son ahora niebla que ciega mis locuras,
si los recuerdos se han marchado al dominio de lo irreal.

Si es cierto que las sombras me arrastran hacia el suelo,
si la razón acaba con mis ansias de volar,
si es verdad que la cordura atrapa mi musa en su seno,
si las palabras no recogen mas que restos de soledad.

Dime si es verdad que mis sueños estan vacíos,
si es cierto que la nada se ha instalado en mi destino,
si la melancolía yace en el fondo de mi mirada,
o soy yo la que oculta el rostro cuando despunta el alba.

Rendirse es morir en vida, regalar la victoria a la desesperación.
¿Recuerdas esta canción?

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